CÓMO DESPERTAR LA KUNDALINI 2

  Isabel Díaz cree además que "el trabajo más conveniente paravivir ese proceso de forma suave es desarrollar la conexión con la Tierra. La toma de tierra es imprescindible para que la sobrecarga de presión energética no queme nuestro sistema eléctrico”. Sol Hernández, profesora de terapias energéticas en el centro ITIEE, apunta en la misma dirección: “Para que la kundalini nos altere lo menos posible durante su ascenso conviene haber trabajado previamente la energía de la toma de tierra, que se potencia muy bien con el chi kung, entre otras técnicas”. Así y todo, siempre existe el riesgo de que el ascenso se produzca bruscamente. En este sentido, Sol Hernández precisa que “hay que distinguir dos formas de elevar la kundalini: una forma suave y casi natural y la seguida por los yoguis y sus discípulos, que es más brusca y, en ocasiones, peligrosa si no está controlada por un maestro. Además, hay que estar preparado interiormente para que esta energía tan poderosa sea despertada, pues su intensidad altera el organismo y la psique. Incluso estando medianamente preparado, siguiendo la línea yóguica se suelen experimentar convulsiones parecidas a los ataques epilépticos, así como levitaciones descontroladas y alteraciones de carácter o físicas que se normalizan en unos minutos o en unos días”.
Para garantizar un despertar suave de la kundalini Sol Hernández sugiere “ejercicios específicos de respiración, chi kung, relajación, visualización, trabajo postural con respiración rítmica, sonido y meditación, que ayudan a ir conectando con esta energía y con su ascenso por el canal sushuma”.

  EXPERIENCIAS PLACENTERAS: Cuando el ascenso es lento y suave puede resultar muy placentero, según nos explica Jennifer Nitzthor: “Debido a mi trabajo en el campo de la terapia regresiva y del equilibrio de la mandíbula sintonizo con diferentes cualidades de energía; es muy enriquecedor. Siento la energía kundalini fluyendo por mis chakras, soy consciente de ella y de cómo dirigirla. Cuando empieza a fluir (da igual qué método o disciplina utilices) duermes bien, estás más contento, menos asustado. Antes y después de cada sesión, hago diez minutos de meditación dinámica. Es mi herramienta para estar en el presente, para dejar que la energía kundalini fluya”. También la instructora de kundalini yoga y reprogramadora de ADN Ravi Inder K. Khalsa nos cuenta su experiencia positiva con el despertar de la kundalini: “Aprendí Kundalini yoga con el yogui Bhajan en California y, con la práctica de asanas, respiración y mantras empecé a conectar con partes de mí que no conocía. Con la respiración pneuma fortalecí el sistema nervioso y también sentí cómo se activaba en mí la energía kundalini”.
Para despertar la kundalini de forma armoniosa Ravindra Kumar y Jyttte Kumar Larsen recomiendan una combinación equilibrada de los métodos clásicos o básicos por dos razones: “Puede producir resultados en una sola vida y los efectos secundarios que se pueden generar al malinterpretar un solo método no dificultarán el progreso”.

EL FUEGO INTERIOR
Las experiencias más intensas del despertar de la jundalini han sido relatadas por lo grandes maestros orientales, si bien algunos santos occidentales como Teresa de Jesús, también las han descrito. Todas ellas muestran que la unión con el espíritu, es decir, la realización del ser o conciencia pura, no está exenta de algunos peligros. Sri Aurobindo MÁS ALLÁ 175) alertó en este sentido: “Si abrimos de golpe los centros de energía corremos el riesgo de ser inundados no ya por nuestros pequeños asuntos personales, sino por torrentes universales de lodo; quedamos automáticamente atrapados en la confusión y en el lodo del mundo. A esto se debe, por otra parte, que los yogas tradicionales exijan la presencia de un maestro protector”. Para despertar la kundalini con seguridad no sólo es fundamental el poder del pensamiento dirigido, sino también la ayuda de un guía conocedor de esta clase de procesos. Así lo atestigua la experiencia de algunos maestros que han experimentado su poderosa fuerza.

La vivencia de Gopi Krishna es emblemática. Tras muchos años de meditación, liberó una energía tan poderosa que todo su cuerpo ardía como si fuera una dolorosa luz. Al carecer de guía, tuvo serias dificultades para controlar el fuego que ascendía por su columna. A su vez, durante una etapa de intensa práctica de la meditación Swami Vivekananda llegó a verlo todo envuelto en llamas, incluidos los granos de arroz de su tazón. Su maestro, Sri Ramakrishna, le sacó de ese estado de conciencia y le explicó que si no regresaba pronto a un estado normal moriría en tres semanas, consumido por las energías que fluían a través de él. Todos los maestros insisten en que todo aquel que se proponga elevar deliberadamente la kundalini antes de haber alcanzado un grado avanzado de evolución se expone a alterar el sistema nervioso y a sufrir profundos trastornos psíquicos y fisiológicos. Estos ejemplos ilustran suficientemente la existencia de peligros reales en el sendero de la iluminación. Así pues, es aconsejable que las prácticas encaminadas al despertar espiritual sean supervisadas por un maestro experimentado y competente. Vale la pena el intento, porque cuanto más sepamos sobre la kundalini y sobre cómo hacer que florezca en nuestro interior más nos beneficiaremos de ella como individuos y como parte del alma colectiva de la humanidad. “En el proceso de iluminarnos a nosotros mismos contribuimos poderosamente a la iluminación del alma de toda la humanidad”, concluye Ravindra Kumar.

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