
Al estado de depresión se puede llegar de muchas formas, una está en
tenerlo por genética, estar predispuesto de forma considerable a la
depresión mediante enfermedades mentales. La otra forma más común y la
que tratamos en este artículos es la incapacidad de dar importancia a
las cosas que realmente lo merecen, yo lo llamo el efecto: “niño de
papa”.
Vivimos en una sociedad tan avanzada, moderna y semi-perfecta que con
problemas en los que nuestros antepasados ni pestañarían ahora son
motivo de depresión, baja y ver un pequeño problema como si fuera el fin
del mundo.
Imagínate la típica mujer pija que no encuentra su rímel en la tienda
y se pasa el día deprimida y de mal humor por eso. Compáralo con la
mujer que en la prehistoria tenía que coger una lanza y alejar a unos
leones que se habían acercado demasiado al campamento, esperando y
aguantando hasta que los hombres volvieran de cazar. Sin saber si
resistiría unos minutos más y con la posibilidad de perder su vida y la
de su familia.
Esa mujer podría ser exactamente la misma, lo único que cambia es la sociedad en la que vive.
Mira también el hombre que porque un día le dejan tirado deja de
hablarse con un amigo y se pasa varios días deprimido y triste.
Compáralo con el antepasado que se quedó solo cazando y que se tuvo que
enfrentar a dos osos, se perdió varios días en el bosque y al cabo de un
mes consiguió volver al campamento sano y salvo.
Lo que antes eran tonterías ahora se convierten en problemas graves
para las personas porque no aprenden a dar la importancia que cada cosa
se merece y a tomarse la vida con filosofía cosa que les imposibilita curar la depresión.
Cuando has vivido toda tu vida con comida, padres, un techo dónde
dormir… Empiezas a ver otros problemas como tremendamente graves y la
cosa se puede exagerar como más perfecta se vuelva tu vida, a la vez
que, peligrosamente te vuelves más egoísta e insolidario. Corres el
peligro de caer en depresiones porque no sabes enfrentarte a la vida
Curar la depresión enfrentándote a la vida
Hay ciertas situaciones de la vida que son normales para que te
causen una depresión, inclusive que te despidan del trabajo es un buen
motivo de estar triste unos días, pero no hasta el extremo de deprimirte
para toda la vida y coger fobia al trabajo. Cuando en 2005 me
despidieron diciéndome que era: “incapaz de ser camarero” ese día lo
pasé realmente mal y me enfadé un montón.
Incluso leí en un periódico que había gente que tras su primera mala
experiencia laboral, al despedirle, tenían una depresión muy fuerte y se
volvían incapaces para trabajar. Yo me quedé atónito: “¿En que clase de
mundo vivimos dónde se fomenta esta autosuperación de mierda?”. Con este tipo de pensamiento es normal que no sepas como curar la depresión.
Las personas, más allá de ver las dificultades como “algo normal de
la vida” que hay que superar lo ven como: “¿Por qué a mí?”. Realmente
siento cierta envidia por esa capacidad tan Disney de ver la vida;
significa que todo te ha ido tremendamente genial para que te puedas
deprimir por semejantes gilipolleces.
Lo sé, gilipollez es una palabra dura que infravalora el estado de la
tristeza. Pero cuando recién salgo del hospital, tras haberme hecho las
pruebas para trasplantarme pulmonarmente me encuentro gente quejándose y
deprimida por su trabajo, por la vida que llevan o por: “no tengo
amigos” me quedó petrificado.
¿Pero dónde has aprendido a autosuperarte? – pregunto. Todo problema
que no implique muerte o sufrimiento extremo se puede superar y la
solución es, a veces, más fácil de lo que piensas. Yo he sufrido todos
estos problemas que aquejan a las personas: “Timidez extrema llegando a
tener fobia social”, “Trabajo repetitivo, mal pagado y monótono”, “una
vida que odiaba y no quería llevar”, “Amigos con los que no cuadraba…”
¿Pero sabes la suerte de esto? Que se puede cambiar, que tiene
solución, lo que no tiene solución es la muerte o que te cojan y te
torturen en un sótano oscuro durante meses y meses. Seguir con tu vida
sin mirar atrás. Cada uno sufre lo suyo, unos más que otros, los que
sufren más suelen quejarse menos y los que sufren por tonterías se
quejan más.
Cuando yo tenía un mal trabajo lo que hice fue dejarlo y emprender,
trabajando día y noche sabiendo que algún día llegaría mi recompensa,
ganara más dinero o menos lo único que me importaba es poder dedicarme a
lo que yo quería.
Cuando me di cuenta que mi vida estaba estancada y que no cuadraba
con mis amigos me independicé y me fui a vivir muy lejos empezando de
cero. Apuntándome a grupos y talleres para conocer gente y a conocer
gente de cero en bares y pubs.
Cuando no me he sentido a gusto en un sitio, simplemente me he ido. Y
a veces ha sido repentino: “En 1 mes me voy a vivir lejos de aquí”. Y
así es la vida, hay gente que se pasa 30 años quejándose de su trabajo,
que no tiene amigos, que es infeliz y que no le gusta su vida. Y yo me
pregunto: ¿Acaso eres tonto?.
Es como si alguien cada día te dispara con un dardo en la frente,
pero cuando lo hace tú le animas a ello y cuando llegas a casa te
quejas. Lo repito: ¿Eres tonto?
Algo que debes tener muy claro es que quejarse por quejarse no sirve
de nada, lo que siempre hay que hacer es buscar la forma de no quejarse.
Si no tienes amigos, pues simplemente te espabilas, ni más ni menos.
¿Me vas a decir que no hay ninguna solución en todo el planeta para
hacer amigos nuevos? Yo creo que no, normalmente este tipo de depresión
se enmascara en cobardía, cobardía por no saber actuar y no saber ser feliz.
Si quejarse sirviera para algo, sería el primero en apoyar esta
teoría, pero lo único que sirve son las soluciones así que aplica
soluciones a tu vida y deja los lamentos, así lograrás curar la depresión.
Me verás quejarme como tú a veces, pero luego de las quejas
innecesarias vienen las soluciones porque sino es como autoflagelarse y
hacer el estúpido sin sentido. Y no hemos evolucionado durante millones
de años para que ahora te comportes como un ser sin inteligencia.
Curar la depresión se basa en ser feliz y para ser feliz tienes que perseguir lo que quieres de la vida. Si quieres amigos haz amigos, si te ha dejado tu pareja supéralo y aprende a ligar
para no volver a equivocarte. Si odias tu trabajo mátate por buscar uno
mejor, Si te ha tocado un cáncer, acéptalo, no puedes hacer nada más
que superarte y echar todas tus ganas por vivir y salir adelante. Así
funciona la vida.
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